La pastilla que puede acabar con la transmisión del VIH

Se trata de administrar tratamiento antirretroviral a una persona sana para prevenir que se infecte, aunque sin olvidar otras medidas, como el uso del condón. La eficacia es casi del 100 %.

Algo así como una especie de viagra, pero en vez de para mejorar la calidad de las relaciones sexuales para hacerlas seguras. Eso es lo que se puede lograr si se toma un medicamento anti-VIH, truvada (compuesto por dos antirretrovirales (emtricitabina y tenofovir DF), de forma controlada si se tienen práctica sexuales de riesgo. Es lo que se llama Profilaxis Preexposición (PrEp), medida que recientemente acaba de aconsejar la Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus últimas recomendaciones sobre el tratamiento del VIH y el sida debido a las últimas evidencias científicas sobre su eficacia en la prevención, junto al uso de otras medidas como el uso del preservativo, del VIH: algunos estudios hablan de una eficacia de hasta un 96%. 

El concepto, explica a ABC Antonio Antela, es «administrar tratamiento antirretroviral a una persona sana para prevenir que se infecte, aunque sin olvidar otras medidas, como el uso del condón». Una necesidad, añade el experto de GESIDA, que es consecuencia del fracaso de las campañas de prevención en determinados grupos poblacionales, especialmente los hombres que tienen sexo con hombres, como demuestran los últimos datos.

EE.UU. Y CANADÁ

Sin embargo, el medicamento solamente está aprobado para uso profiláctico en EE.UU. y en Canadá, donde si bien ha sido muy bien acogido también ha generado cierta polémica. Sus detractores afirman que va a suponer una relajación en las medidas de protección más tradicionales, y mucho más baratas, y auguran un incremento de otras enfermedades de transmisión sexual (ITS), como la sífilis y la gonorrea. Pero sus valedores esgrimen estudios, como los últimos publicados en «Clinical of Infectious Diseases» y realizados en un entorno real, donde se habla de una eficacia que ronda el 100%.

Todo ello ha hecho que durante el pasado Congreso Europeo del Sida, celebrado en Barcelona, la Sociedad Europea del Sida (EACS), a través de su presidente, Manuel Battegay, haya reclamado la aprobación de este fármaco en Europa. «Es imprescindible agilizar la solicitud de registro y la revisión de la regulación para la indicación de la PrEP», destacó. Battegay cree que se ha sido «demasiado pacientes», y considera que «no se debe esperar más para hacer accesible la PrEP».

«Tenemos evidencia científica, el apoyo de guías institucionales y sabemos cómo prescribir la PrEP, así que es un buen momento para empezar», apostilló Jean-Michel Molina, investigador principal del estudio IPERGAY2, uno de los ensayos clínicos más grandes que ha confirmado la efectividad y confiabilidad de PrEP en la prevención en la comunidad de hombres que tienen sexo con hombres en Europa. Y también hay cada vez más evidencias sobre la eficacia de PrEP en otros grupos de personas de alto riesgo de infección por VIH, tales cómo las personas trans.

Por eso, las Guías Europeas de Tratamiento Antirretroviral, avanza Jens Lundgren, presidente y coordinador del grupo de trabajo de las Guías EACS van a recomendar la PrEp en su próxima edición. «La ciencia ha dado la respuesta, y las Guías han capturado este cambio, y ahora debemos asegurarnos que estas recomendaciones son aprobadas de manera oportuna en los diferentes países Europeos y traducido al acceso a todos las personas que lo necesitan. Los estudios IPERGAY y PROUD han demostrado lo importante que es la participación de la comunidad en la preparación y acceso de PrEP para aumentar la eficiencia», apuntó Luis Mendao, presidente del Grupo Europeo del Tratamiento del Sida (EATG).

¿Y en España? En España a día de hoy, como en el resto de Europa, no está disponible este tratamiento preventivo, aunque se espera que tanto la Agencia Reguladora Europea como las nacionales se empiecen a pronunciar. En este sentido, adelanta Antonio Antela, es posible que se contemplan en las próximas guías de tratamiento de GESIDA, «aunque el Plan Nacional sobre el Sida todavía no se ha definido». 

Y, como advirtió el investigador español Juan Carlos López, del hospital Gregorio Marañón, durante el pasado congreso nacional de SEISIDA, quedan muchas cuestiones por resolver. «¿Si damos la PrEp, se van a relajar las medidas preventivas, como el uso del condón? ¿Qué pasa con el problema de las resistencias y seguridad a largo plazo». Y tres cuestiones no menos importantes: «¿quién va a pagar los fármacos, dónde se va a administrar y a quién? No hay que olvidar, que no es una estrategia para todo el mundo sino que es preciso seleccionar la población diana».

Las mismas consideraciones hace Antela y añade algunas. «Debido a que son personas sanas, ¿dónde se administra el medicamento? Ni en entornos hospitalarios, atención primaria ni ONG». Debería haber, continúa, «unidades específicas para su administración y control». Porque, apunta, aunque se trata de tomar la pastilla ‘a demanda’ no es exactamente así. Las dos opciones, tratamiento continuo o intermitente (4 pastillas cuando se vaya a tener una relación sexual de riesgo tomadas antes, durante y después), han demostrado su eficacia. 

Y queda el problema del coste. ¿Quién lo va a pagar? Desde luego, afirma Antela, es difícil que lo financie el sistema público, «estamos hablando de personas sanas», por lo que probablemente, especula, se podría implantar un sistema de copago. El coste medio del tratamiento mensual con Truvada en España es de 355 euros. Antela subraya que es preciso un «consenso global» entre las admnistraciones sanitarias, la ciencia, los usuarios y los grupos de activistas para facilitar esta aproximación preventiva.

En este sentido, el director del centro comunitario de detección del VIH BCN Checkpoint, Ferran Pujol, considera evidente que esta pastilla debe pagarla la Seguridad Social porque es «una inversión en salud pública», y el resultado de no hacerlo es que más personas se infecten de VIH. De acuerdo con los datos de un estudio de BCN Checkpoint presentó en Barcelona, que ha evaluado la incidencia del riesgo de infección de más de 10.000 usuarios de este centro, que dicho un riesgo es mucho mayor del que estima la OMS de infectarse con el virus en algunos casos, que es de entre el 2,5% y el 3%-: «Si no hacemos una estrategia preventiva se acabarán infectando», ha alertado.

En cualquier caso, concluye Antela, «es la prueba de concepto de que funciona este tipo de prevención». Se espera que en los próximos meses la Agencia Europea del Medicamento, que ya ha recibido la solicitud de aprobación por parte del laboratorio de fabricar el medicamento, se pronuncie favorablemente y que sea los países los que tenga que aprobar el medicamento y diseñar las vías más adecuadas de administración. Se espera además que en el futuro haya más y mejores fármacos y con menos efectos adversos que favorezcan el control del VIH.

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